Desbroce del puente de La Albañeza

ACTIVIDAD: Desbroce y adecuación de puentes de la Calzada Mirandesa
FECHA: Domingo, 8 de marzo de 2009
LUGAR: Puentes de La Albañeza y de Las Urrietas
CONVOCATORIA: Pereruela de Sayago, 10:00 horas
PARTICIPANTES: 23
Aitor, Almudena, Ana, Concha, Goyo, Ibai, Isabel María, José Félix, Leoncio, Marisa, Nieves, Pruden, Romualdo, Rosa, Teína, Tinin, Transi, Victor, y los jóvenes Adrián, Alberto, Jaime, Javier y Raúl de Pereruela de Sayago.
MEMORIA: A las diez de la mañana los voluntarios se concentraron en la plaza de la iglesia de Pereruela de Sayago; tras consensuar por cuál de los dos puentes se comenzaría la jornada se desplazaron hasta el de La Albañeza por considerar que su acceso es factible desde Arcillo por un camino en buen estado que, no obstante, causó un pequeño susto a Almudena al quedar su coche atascado en el barro.
Al poco de iniciar el desbroce se personaron cinco jóvenes de Pereruela, quienes se habían desplazado directamente al puente de Las Urrietas y al ver que allí no había nadie decidieron ir al de La Albañeza.
Aunque el origen del puente pudiera remontarse a épocas romanas su factura actual atestigua un estilo arquitectónico netamente medieval estando documentada, además, una importante restauración en el año 1784; tiene una longitud total de 42 metros y está formado por tres arcos apuntados y dos alcantarillas adinteladas en el estribo derecho. Presenta una buena pavimentación de lajas de piedra, aunque ha perdido varios sillares que servían de peto así como uno de los tajamares, cuyos sillares se encuentran en el lecho del arroyo, aguas abajo.
La eliminación de la gran cantidad de maleza, ramas e incluso árboles que surgían de entre las piedras del puente ocupó prácticamente toda la mañana, sin apenas tiempo para intervenir en el de Las Urrietas, pero en agradecimiento a los cooperantes perigüelanos una parte del grupo se desplazó hasta allí, desbrozando las zarzas de la margen izquierda más próximas al puente, constatando la necesidad de dedicar una jornada completa a este último, dada la mucha vegetación que presenta.
Tras finalizar los trabajos todos los participantes –salvo los de Pereruela, que agradecieron la invitación pero la rechazaron– se desplazaron a Monumenta, donde fueron agasajados con una opípara comida en la sede de la Asociación Cultural del pueblo.
Por la tarde, y con Pruden ejerciendo de guía, se visitaron los edificios más importantes de la localidad: la iglesia de San Clemente y la ermita de Santa Ana, así como otras construcciones típicas (potro, lavadero, fuente…) en las que en alguna de ellas “El Cigüeñal” ya había intervenido.